Me llamaron Puta… (Slutshaming)

La primera vez que me dijeron “Slut” (puta) estaba aún en el colegio no entendía porque me habían dicho eso, si no había hecho nada para ganarme ese apelativo. Con el tiempo entendí que todo lo que haces desde decir lo que piensas, vestirte como te gusta, vivir libremente tu sexualidad y no vivir como la mayoría, te convertían en puta. Mucho más en un país conservador y machista en donde no solo se te llama de esta forma sino que se vuelve parte de ti. ¿Crees que no es así? Te cuento… A los dieciséis me decían puta por tener más amigos que amigas, a los dieciocho también me decían puta por hablarles primero a los chicos y tener iniciativa, a los diecinueve por comprar mis propios condones, a los veinte por sacarme una prueba de VIH, a los veintiuno por usar ropa demasiado “pequeña e inapropiada”, a los veintidós por salir todos los fines de semana a una fiesta y finalmente el año pasado me convertí una vez más en una puta por hablar abiertamente de sexo y sexualidad. ¡Basta!
Hemos crecido con el miedo de ser putas porque nadie va tomarnos en serio porque nos estamos faltando el respeto a nosotras mismas, porque nos convierte en malas mujeres entre otros. Vivimos reprimidas sin hacer muchas cosas que si quisiéramos y cuando decidimos hacerlas tenemos que salir al mundo a ignorar esa palabra que parece que nos hubieran tatuado en la piel. Quizá esto por lo pronto no cambie, pero espero que algún día si suceda y esto solo va pasar si comenzamos a dejar de lado los prejuicios, estereotipos, el machismo, los tabúes respecto al sexo, etc. Mientras tanto brindo por todas esas mujeres a las que alguna vez han llamado “Slut” (Puta) y a pesar de ello siguen siendo dueñas de su vida, cuerpo, sexualidad y destino sin que les importe lo que los demás piensen. ⠀
¡Salud!

Jimena Peralta – 2022